MITOLOGÍA JAPONESA



ORIGEN DE JAPÓN



Según la mitología japonesa Japón tiene origen por creación divina de una pareja de dioses, el hombre se llamaba Izanagi (伊弉諾) y la mujer Izanami (伊弉冉尊), con sus poderes crearon la tierra y la isla central de Japón, las ocho islas de mayor envergadura y también las de menor tamaño, las islas más grande, siguiendo el orden de su creación son:

-         Awaji

-         Shikoku

-         Oki

-         Kyūshū

-         Iki

-         Tsushima

-         Sado

-         Honshū



Desde luego, tuvieron muchos hijos. Lamentablemente, el último parto significó la muerte para Izanami, al suceder esto, Izanagi fue a buscarla al mundo de los muertos, sin embargo, vano fue su esfuerzo debido a que Izanami ya pertenecía al mundo de los muertos y no pudo regresar con él.



Después de esto, Izanagi necesitaba purificar su cuerpo, por lo cual se bañó en las aguas, mientras se quitaba la ropa y se sumergía, cada prenda que caía se convertía en un nuevo dios. Así nacieron:

-         Amaterasu (天照): Diosa del sol.

-         Tsukuyomi (月読の命): Dios de la luna.

-         Suanowo (須佐之男): Dios del mar y las tormentas.





ESPADA KUSANAGI



En Japón la leyenda cuenta que Suanowo, hermano de Amaterasu, fue expulsado del cielo por todos los dioses, condenado al exilio en la tierra, en la región de Izurno, al llegar a un pueblo, se anoticia de la existencia de una tradición consistente en que cada año una serpiente enorme de ocho cabezas invadía dicho pueblo buscando un sacrificio, que en esa ocación sería la princesa Kushinada.

Susanowo ofreció proteger a la princesa con la condición de que le permitieran casarse con ella, tras cerrar el trato Susanowo actuó.



Ordenó a los aldeanos construir una enorme valla con ocho puertas, en cada una pusieron vasos con Sake, los cuales fueron bebidos por cada una de las ocho cabezas de la serpiente cuando se asomó a través de las puertas, así la serpiente se emborrachó y fue entonces que Susanowo aprovechó para cortar las ocho cabezas, en el interior de la serpiente encontró la espada Kusanagi no Tsurugi.



El relato continúa narrando que Susanowo efectivamente se casó con la princesa Kushinada y entregó la espada a su hermana Amaterasu, en busca de su perdón. Desde allí, la espada se heredó generación tras generación hasta llegar a manos del emperador de Japón, por ello se convirtió en uno de los tesoros más importantes de Japón.





TENGU (天狗)



En occidente se considera que los demonios son entidades malignas que buscan dañar a los humanos, en oriente la concepción es diferente pues incluso hay demonios que cuidan a los niños y evitan que hagan travesuras, o cuidan las casas y sólo son visibles para los habitantes de dichas casas.



Los Tengu son demonios que habitan en los árboles, de preferencia pinos y cedros, cerca de las montañas, se cree que son descendientes de Susanowo.

El rostro es rojiso y tiene una nariz alargada, algunos portan báculos denominados shakujo, que son utilizados para la magia y para pelear, también tienen un sombrero que a su vez sirve de copa y un abanico o hauchiwa cuyo material consiste en plumas o en hojas de Aralia, cuya función es crear grandes y poderosos vientos.



Se considera que los Ninja son descendientes directos de los Tengu, y por ello son capaces de lograr cosas asombrosas con habilidades sobrehumanas. Se dice que los Tengu enseñaron los secretos de las artes marciales a los Ninja, incluso los ayudan en combates.



El aspecto es variado, así como el color, también se tiene la descripción de forma humaniode y cabeza de cuervos, con grandes picos.






ONI ()



Sobre ellos se ha dicho que el aspecto es variado, de color rojo, verde, negro, son de gran tamaño y garras largas, con uno o dos cuernos, el cabello desordenado, de forma humaniode, portan garrotes de hierro. Se caracterizan por ser salvajes y feroces, aunque también algunos prestan ayuda a los humanos de buen corazón.